Paul Cormier, Red Hat: “El código abierto demuestra que la inteligencia colectiva mejora cualquier trabajo”

Carlos postuló a un cargo que consideró que cumplía con todo el perfil solicitado, a los pocos días recibió el llamado de una persona de la empresa, indicándole que estaban interesados en reunirse con él para tener una entrevista.

En dicho día, en las oficinas de la empresa se encontraban la encargada de recursos humanos y la persona que en teoría sería, su futuro jefe directo.

Durante la entrevista a Carlos le realizaron una serie de preguntas, que respondió sin mayores dificultades y se dio por terminada la reunión. Carlos consideró que sería la persona elegida, pero no lo volvieron a llamar.

Esta situación se repite cientos y miles de veces, la empresa por su parte contrató a otra persona que no fue Carlos para el puesto requerido, pero Carlos quedó con muchas interrogantes en su cabeza.

Desde pensar que la empresa está equivocada y que él era la persona indicada y que “se lo perdieron” (que son unos tontos o estúpidos), o empezar a realizar una autorreflexión, para tratar de determinar en qué falló.

En el internet se pueden encontrar cientos de artículos y videos que indican las estrategias exitosas para una entrevista laboral, en donde se mencionan, por ejemplo, que la persona no pudo venderse, que no supo responder a las preguntas en forma “inteligente”, que respondió con respuestas prefabricadas que los reclutadores ya reconocen, que no pudo encantar o sintonizarse con sus entrevistadores, etc.

Pero si bien todos esos artículos y videos están llenos de buenas intenciones, nos olvidamos de que cada persona es un ente distinto, que no somos máquinas y que cada uno en una entrevista, dependiendo del ambiente, el tipo de preguntas, los nervios, la ansiedad, etc. Uno se comporta de manera distinta y eso no se puede predecir, pero sí se puede instruir.

De la misma manera, en una entrevista en forma física las respuestas que emitimos por nuestra voz tienen un alto impacto en quien las escucha, no debemos de olvidar que la comunicación no verbal es tan o más importante que la misma voz y que pocas veces él entrevistado puede realizar una autoobservación constante de su actuar en esos momentos, por lo tanto, no considerar aquello, al candidato lo pueden llevar a cometer muchos errores, es decir, una cosa es lo que él está respondiendo y otra cosa muy distinta es lo que él está “diciendo” con su propio cuerpo.

Por lo tanto, hay que considerar que la entrevista laboral no tiene que prepararse y que lo mejor es que en ese momento sea lo más improvisado posible, porque de esa manera nuestras posibilidades serán más altas, eso es un error garrafal que lo más seguro nos llevará al fracaso constante.

Si tienes algún comentario, de alguna entrevista laboral en la cual hayas participado, déjanos tu comentario, que será muy importante para todos nosotros para seguir creciendo en el mundo laboral.

Si quieres preparar tú entrevista laboral y evitar cometer errores que pueden ser fáciles de corregir, comunícate con nosotros para ofrecerte un servicio a tú medida y en función a tú perfil.

Visita www.kapital.com.bo