
Uno de los problemas más típicos que enfrentan los programadores al momento de desarrollar una aplicación, es cuando se lleva a un entorno de producción y la bendita aplicación no funciona.
Entonces aparece la pregunta que se hace el programador y dice ¿Por qué no funciona, si en mi computador funciona todo sin problemas? – La respuesta es sencilla, el entorno de producción no tiene la misma versión del software de desarrollo, librerías o dependencias, que tiene instalado el programador en su computador.
Tener un entorno idéntico al de producción (versiones de softwares, librerías o dependencias), es casi imposible para los desarrolladores, por lo tanto, una de las primeras formas de resolver aquello fue con la implementación de máquinas virtuales que presentaban una solución rápida de implementar y resolver problemas a corto plazo, pero a mediano y largo plazo empezaron a generar otro problema.
En un entorno de producción donde existen una serie de aplicaciones corriendo y que están en entornos virtuales independientes representaban una gran carga de trabajo y recursos para el servidor, por temas del tamaño de las máquinas virtuales y los recursos que consumen se convertían en una limitante que había que resolver.
Entonces aparece la solución al emplear “CONTENEDORES”, en síntesis, son entornos donde se encuentran todas las dependencias que necesita el software para ejecutarse en forma independiente del sistema operativo y que no producen conflictos entre unos y otros, pudiendo correr todos al mismo tiempo.
Entonces al trabajar con contenedores, facilita mucho a los desarrolladores su trabajo, porque es fácil que se puedan replicar entre todos los participantes del proyecto de desarrollo e implementarlo en un entorno de producción.
IBM Red Hat desarrolla OpenShift que es una plataforma de contenedores que se basan en Kubernetes, permitiendo a los equipos de desarrollo, crear aplicaciones en estos mismos contenedores y que puedan ser desplegadas en diferentes entornos de producción, tanto local, como remoto o en entornos de nubes Cloud, tanto públicas, privadas o locales.
Una de sus principales características de OpenShift es que adicional a Kubernetes implementa una interfaz amigable a nivel de usuario, permitiendo a todo el equipo de trabajo, la gestión y automatización de tareas, lo que optimiza tanto el desarrollo, ahorro de tiempos y sobre todo facilita las etapas de implementación de las aplicaciones en entornos de producción.
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